Este I Domingo de Adviento comenzamos un tiempo de preparación, con los ojos y el corazón puestos en la llegada de Jesús a nuestras vidas, recordando su nacimiento hace más de dos mil años, y su promesa de volver definitivamente.
En las Misas se han bendecido las Coronas de Adviento que los niños y las familias han preparado.
Ojalá este sea un verdadero tiempo de conversión, ¡Feliz Adviento!