Feliz Adviento a todos.

Comenzamos este nuevo año litúrgico con este tiempo de cuatro semanas que no solo nos prepara para la celebración de la Navidad, sino que, en este momento que estamos viviendo, queremos que sea también un tiempo de Esperanza.

De la misma manera que, mirando a la historia, hemos visto cómo las promesas de Dios se han cumplido en la persona de Jesucristo; también esperamos que estas promesas de una vida abundante se sigan cumpliendo a día de hoy.

Estamos especialmente necesitados de vivir esa Esperanza en la que a la pandemia se refiere. Pero una Esperanza que va más allá de una mera curación y que quiere llegar hasta la Salvación.

En estos tiempos donde la mirada se centra en las vacunas y las cifras, nosotros, como cristianos, queremos ir más allá. Pidámosle a Dios que infunda en nuestros corazones la Esperanza de que sus promesas se cumplirán en nosotros. «Alcemos la cabeza. Se acerca nuestra liberación».

Un fuerte abrazo.

José Ramón